El debate constante sobre las dificultades de las relaciones entre la familia y la escuela, exige hacer un análisis que no favorezca la desconfianza sino que abre oportunidades para poder mejorar la comunicación. El libro basado en la confianza y en la experiencia en los dos colectivos propone aspectos que se pueden mejorar y plantea la posibilidad de abrir nuevos horizontes.